CUARESMA Y SEMANA SANTA, PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACION
¡Bendito sea mi pueblo por tanta cultura que me brinda! Es esto lo que los guatemaltecos exclamamos en nuestro ser al mencionar la Cuaresma y Semana Santa. A continuación conoceremos un poco de esa rica cultura reflejada en su gastronomía, olores propios de la época, las alfombras y la flora que las acompaña.
La gastronomía cuaresmal sin duda es un gusto para todas las personas. Cuando nos adentramos a la cuaresma, la gama de sabores es inmensa como es típico en cada época que vivimos. Basta con ir a un cortejo procesional para encontrar una serie de platillos, dulces y frutas de la época las cuales satisfacen la necesidad de algunas personas. Todos los viernes de cuaresma nuestros hogares son invadidos por los famosos envueltos de pacaya acompañados de su respectivo chirmol, el pescado forrado o a la vizcaína, los mangos en dulce, el fresco de marañón, los infaltables molletes o torrejas dependiendo el gusto de la persona, y así podríamos continuar hablando hasta lograr que se nos alborote el gusanito como bien se le dice. Algo que no podemos dejar en el olvido son los famosos chupetes, que si bien es un dulce en forma de cono, nos da cierto trabajo en algunos casos el destaparlo, debido a lo pegado del papel con el dulce mismo. Tiempo atrás el chupete era algo sencillo en su venta, pero los tiempos cambian y es que ahora podemos optar no solo por el dulce, sino algo atractivo en este caso un juguete curioso.
La cautivación de nuestro olfato. Es tan peculiar que nuestro olfato se apodere de tantos olores que nos hace vibrar el corazón y trasladarnos a un mundo ya conocido, me refiero a la delicia del corozo, que es una especie de canoa la cual en su interior se encuentran las tiras del ansiado corozo. El incienso que es quemado en los cortejos procesionales por medio de carbón ardiente en un incensario, el famoso batido que es una mezcla de tiste, anís, especias y panela, todo esto en una olla a fuego lento o bien al calor de las brazas, para ser servido finalmente en un tarrito de barro. El batido es muy típico de Antigua Guatemala y para poder degustarlo, tenemos que acudir todos los viernes de Cuaresma a las diferentes Iglesias donde se realizan las velaciones en honor a las imágenes que serán procesionadas el domingo venidero.
Las alfombras, nuestra identificación a nivel mundial. Llegada la Cuaresma y Semana Santa los moldes, el serrín de colores, las flores, la viruta de la madera, las tapitas de las gaseosas, el pino, frutas y verduras, y todo tipo de material se apodera del guatemalteco con su creatividad para crear una obra de arte que será admirada por propios y extraños. La elaboración de una alfombra es todo un proceso, el cual se debe de llevar paso a paso sin olvidar ningún detalle. Dicho proceso consta de la reunión de los materiales con los cuales se desea trabajar, hasta la elaboración de la misma el día de la procesión en honor a la Imagen de Devoción. Hay que tomar en cuenta que el tiempo es factor clave para realizarlas, ya que dependiendo de lo largo y ancho así será el tiempo requerido. El estimado para la elaboración de las mismas es de 5 horas las que no presentan mucho detalle, no quitando el merito que tiene el solo hecho de hacerlas. Si habláramos de las alfombras del Manchen o Barrio del Pensativo en Antigua Guatemala, pueden tomar de 12 a 14 horas de trabajo, debido al tamaño y colorido que se les desea dar. La realización
siempre se debe hacer de adentro hacia afuera, ya que si se trabaja al revés será imposible terminarla.
La jacaranda, marcadora del tiempo esperado. Llegada la quincena de febrero podemos observar en las calles y avenidas de nuestra Guatemala, los famosos arboles de jacaranda, una bella flor de color lila que nos marca el inicio o bien el preludio de la Cuaresma y Semana Santa que estamos próximos a vivir. Esta pequeña flor por su colorido nos da un marco especial y es que al cumplir su periodo en las ramas del árbol, se cae y junto a ella sus hermanas como una familia muy unida, dando origen a lo que los chapines llamamos “Una alfombra Natural”. Esto lo podemos observar muy detenidamente en las alamedas antigüeñas, especialmente en la de Sta. Rosa, que es una de las pocas que podemos encontrar en Antigua Guatemala y la cual nos brinda ese espectáculo cuando se intercambia lo común del suelo con la belleza de la naturaleza. Otra flor muy conocida y que identifica de igual modo esta época es la buganvilia, que a diferencia de la jacaranda se le puede observar en colores como lo son blanco, rosado, rojo y el respectivo morado.
Posterior al breve repaso que tuvimos con unos de los tantos temas que podemos abordar de la Cuaresma y Semana Santa, llegamos a la conclusión que como bien lo dice el titulo, es nuestro patrimonio cultural y lo debemos apreciar en todo su esplendor. Es un tiempo muy lindo en el cual muchas personas por un motivo u otro no pueden participar, ya que emigran a diferentes lugares del país, perdiéndose este espectáculo tan anhelado que solo una vez al año se manifiesta. Termino con un pensamiento que identifica a un Guatemalteco que vive estas tradiciones en su máximo esplendor: “Mi vida ha sido forjada por padres católicos, que me inculcaron el amor a Dios, mi patria y por ende sus tradiciones y devociones. Me siento orgulloso de haber nacido en tan bendito país, agradezco el poder tener tanto que expresar de tan singular época del año, dejando en mí ser siempre una nueva anécdota que recordar. Estoy seguro que muchas personas esperaran con tanto entusiasmo que se marque en el calendario eclesiástico el inicio de esta etapa del año. No importa las inclemencias del tiempo, las dificultades económicas, los problemas familiares, este tiempo nos aporta no solo colorido en sus manifestaciones artísticas, un gusto gastronómico propio de nuestro país y el contenido propiamente espiritual, lo que inspira todo lo anterior. Por eso y muchas cosas más ¡Viva Guatemala, sus tradiciones y Devociones únicas a nivel mundial!
Ricardo González
