Después del desastre en Almolonga en 1541, la nueva capital del reino de Guatemala se fundo en el valle de Panchoy en 1543. En los alrededores de la naciente ciudad grupos de indígenas fundaron varias aldeas. Una de ellas al sur de la ciudad, reconoció como patrono a san Cristóbal, conocido hoy como san Cristóbal el bajo.
Los frailes misioneros vieron que las imágenes eran un factor importante en su tarea de evangelización para que los indígenas aceptaran la religión cristiana.
La veneración y culto del Nazareno de la humildad data del año 1578, al igual que el Nazareno de Candelaria, el de san Cristóbal se le atribuye al fraile y artista de la colonia Juan De Aguirre quien procedente de Perú, vino a Guatemala por esa época. El rostro de Jesús Nazareno de la humildad muestra rasgos indígenas, los ojos achinados y pómulos rebajados, pero el tratamiento general es manierista. El diseño de la escultura es bastante estilizado en la expresión mansa y espiritual. El vació de sus manos su abstracta estilización, el corte simplificado y puntiagudo de la barba son rasgos característicos de esta preciosa imagen. El color es aceitunado y libre de excesiva expresión.
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